Fibromialgia
El dolor crónico es un problema de salud que afecta a un cuarto de la población mundial. Se ha identificado que en México al menos el 5% de los sujetos atendidos en las Unidades de Medicina Familiar presentan una condición dolorosa. Su presencia afecta severamente a los sistemas de salud y a los enfermos en diversas esferas biopsicosociales (laborales, interpersonales, psicoafectivas, económicas, funcionales, entre otras).
Las causas por las cuales los enfermos sufren dolor crónico son múltiples. Se ha documentado que un cuarto de los enfermos que acuden a un servicio especializado en Medicina del Dolor presenta dolor de origen musculoesquelético (somático). Para este tipo de dolor se ha identificado al «síndrome de dolor crónico musculoesquelético difuso generalizado» (widespread muscle skeletal pain syndrome) como una posible etiología. La fibromialgia es la enfermedad que más ha sido relacionada con dicho síndrome.
Se han sugerido diversas definiciones para la enfermedad. El Colegio Americano de Reumatología define a la fibromialgia como “un síndrome de dolor crónico musculoesquelético difuso generalizado” caracterizado por al menos 18 puntos de dolor establecidos mediante consenso. La fibromialgia se conceptualiza como un síndrome doloroso crónico con manifestación en el sistema musculoesquelético y se caracteriza por:
- La presencia de dolor generalizado
- Debilidad muscular
- Presencia de zonas dolorosas
- Diversos síntomas y/o síndromes somáticos (fatigas, alteraciones del dormir, disminución en la atención y memoria)
La fibromialgia afecta del 0.5 al 5.8% de la población mundial, y las mujeres son el grupo más afectado (un hombre por cada 9 mujeres que padecen la enfermedad). Las edades de mayor impacto se encuentran en un rango entre 25 y 50 años. En México durante la década de los 90 se estimó una prevalencia del 4.8% en el Hospital General de México. Otro estudio mexicano, con un seguimiento de tres años, señala que la intensidad del dolor en promedio es de 5.7; y en dicho manuscrito, se identifica a la obesidad, hipertensión arterial, depresión, dislipidemia e hipotiroidismo como las comorbilidades más frecuentemente observadas.
No se conocen las causas de la fibromialgia, pero es muy probable que esté relacionada con varios factores que actúan en conjunto. Estos pueden ser:
- Genética.Debido a que la fibromialgia suele ser hereditaria, podría haber ciertas mutaciones genéticas que probablemente te hagan más vulnerable a padecer este trastorno.
- Algunas enfermedades parecen ocasionar o agravar la fibromialgia.
- Trauma físico o emocional.A veces, la fibromialgia se puede desencadenar a raíz de un traumatismo físico, como un accidente automovilístico. El estrés psicológico también puede desencadenar la afección.
Actualmente se cree que la estimulación nerviosa repetida provoca cambios en el cerebro de las personas que padecen fibromialgia. Este cambio está relacionado con un aumento anormal en los niveles de ciertos químicos en el cerebro que transmiten señales de dolor (neurotransmisores). Además, los receptores de dolor del cerebro parecen desarrollar una especie de memoria del dolor y se hacen más sensibles, lo que significa que pueden reaccionar de manera desproporcionada ante las señales de dolor.
Los factores de riesgo de la fibromialgia comprenden:
- La fibromialgia es más común en las mujeres que en los hombres.
- Antecedentes familiares.Podrías tener más probabilidades de padecer fibromialgia si un familiar también tiene la enfermedad.
- Otros trastornos.Si tienes artrosis, artritis reumatoide o lupus, puedes ser más propenso a presentar fibromialgia.
Para hacer el diagnóstico de la fibromialgia, el médico debe de basarse en los síntomas. Un examen físico puede ser útil para detectar la sensibilidad y para descartar otras causas de dolor muscular. No hay exámenes específicos (tales como radiografías o análisis de sangre) para diagnosticar esta enfermedad. Sin embargo, podría necesitar realizarse exámenes para descartar otros problemas de salud que puedan confundirse con la fibromialgia. Otras afecciones como el hipotiroidismo (baja actividad de la glándula tiroides) y la polimialgia reumática a veces tienen síntomas muy parecidos a los de la fibromialgia. Los análisis de sangre pueden confirmar si tiene o no alguna de estas enfermedades. A veces, la fibromialgia se confunde con la artritis reumatoide o el lupus.